Acabo
de regresar de una experiencia increíble: El haber asistido al III Encuentro
Internacional de Blogueros con el Papa en Valladolid. He conocido personas
increíbles y con una gran valía tanto en lo personal como en lo intelectual. Madres y padres de
familia con unos valores impresionantes, personas trabajadoras que sacan tiempo
de donde no lo tienen para evangelizar en la red. Y sobre todo he conocido una
ciudad Valladolid que es una preciosidad: Bonita, acogedora, y eso que dicen
que las gentes de la meseta son secas no es cierto. Son ciudadanos amables, simpáticos,
cariñosos y un largo etc.
En este encuentro me he dado cuenta
que tenia algo olvidado mi bloguito y me puse como reto que el primer día que
llegara a casa lo retomaría. Y aquí
estoy escribiendo.
En este encuentro de Blogueros una
de las participantes me preguntó cual era el tema de mi blog. Le comente que
solamente recomendaba libros de lecturas. Libros en lo que yo había disfrutado
mucho leyendo, que enseñaban valores, y que no criticaban a Dios, ni a la
Iglesia. Me miró y me dijo: “Tengo que entrar en el, porque a mi hijo le
encanta leer y no se que recomendarle”. Y lo curioso que no es la primera vez
que lo oigo.
Carmen, hace mucho años que leí el libro que voy a recomendar no lo tengo muy fresco, pero recuerdo que me lo devoré en dos días y la edad que tenía era unos años mayor que tu hijo.
Carmen, hace mucho años que leí el libro que voy a recomendar no lo tengo muy fresco, pero recuerdo que me lo devoré en dos días y la edad que tenía era unos años mayor que tu hijo.
Me acuerdo como llego a mis manos. Era
un fin de semana y no tenía mucho que hacer. En plena adolescencia el aburrimiento
es lo peor que te puede pasar porque entras en un estado de hastío que hace la
vida insoportable a tu familia. Y la mía no eran de las que tenia la capacidad,
ni la paciencia de aguantar a una adolescente. Por lo que decidí no perder el
tiempo estúpidamente. La solución fue sencilla fui a la biblioteca de mi casa y
me puse a ver una colección de libros
que mi padre se había comprado hacia poco tiempo. La encuadernación era muy
bonita y llamaba mucho la atención. (Otro día explicare la manera que tenia mi
padre de colocar los libros en la biblioteca). Entre todo los libros que había,
no se porque lo elegí, pero me encanto. Parecía que el libro me tenia drogada a
donde iba yo me llevaba el libro. Me quedaba leyendo hasta las tantas de la
noche. Hasta que lo terminé.
Había leído muchos libros de policía pero como ese ninguno e incluso hoy en día con tanto adn y ordenador creo que los escritores de novelas de policía utilizan poco la inteligencia para resolver los casos. El CSI Miami y todos los CSI han hecho que se nos olvide como resolvían los antiguos detectives los misterios como única herramienta de trabajo era la lupa.
Ya he dado una pista del libro que me refiero. No podía ser otro que las Aventuras de Sherlock Colmes de Sir Conan Doyle.
Del personaje me gusta todo, desde la elegancia del lenguaje a la exquisitez de la educación. Sherlock no necesitaba para desahogarse ir a un burdel o machacarse en un gimnasio. El para tranquilizarse y pensar tocaba el violín. No era violento. No llevaba ningún tipo de armas. Su única arma era la inteligencia.
Hace algunos años se estrenó en el
cine una nueva versión de Sherlock. Para ser sincera no la vi. Solo con ver el
trailer se me quitaron las ganas. El lenguaje era soez y la educación brillaba
por su ausencia.
Espero Carmen que tu hijo disfrute
de esta novela como lo hice yo. Y ahora que empieza el frío se apetece leer este tipo de libros.
Que
disfrutéis mucho
Hetépheres
Benítez Collantes