lunes, 19 de agosto de 2013

Desde la Chimenea: Primer post.

Hace unos días comiendo Jesús me propuso que le ayudara con el blog que tenia una idea muy buena pero que el ya no tenia tiempo  para realizarla. Y eso es verdad, se que apenas tiene tiempo para nada.

Yo valiente como ninguna le dije que si, que podía ayudarle, sin saber lo que quería y al segundo después de ofrecerme me dio un poco de miedo cuando Jesús le empezaron a brillar los ojos y a sonreír con su media sonrisa.  

Me soltó la bomba, “quiero que te encargues del apartado de los libros”. Mi cara debió ser un poema, “sí, quiero que recomiendes libros” . Mi cara de poema pasó a ser de terror. ¿Qué yo recomiende libros? ¿Pero quien soy yo para recomendar libros? Le dije. El me miró y con su media sonrisa me contestó: “eres una devoradora de ellos”.
        
En eso tiene razón leo muchos libros y cuando hay alguno que me gusta estoy continuamente diciéndole tienes que leer este, es buenísimo. Léelo te va a gustar. ¿Lo has empezado ya?

Me imagino que mis aventuras con los libros es lo que le ocurre a todo el mundo que le gusta leer. Que me meto en la intriga del argumento como si fuera un personaje más. Yo desde mi posición de lector me imagino la escena que me están narrando como si yo estuviera entre esas palabras, entre esas frases.

El caso que como ya le había dicho que si ahora no podía decirle que no. Y Pensando en el titulo se me ha ocurrido el siguiente: “Desde la Chimenea”. El porque de este titulo es muy sencillo. Jesús tiene los apartados “Desde la ventana”y “Desde Villaluenga” y concretamente en este ultimo, describe lo que hacemos en ese maravilloso pueblo. Y a mi lo que mas me gusta de nuestra estancia en Villaluenga del Rosario son  las tardes que pasamos en frente de la Chimenea leyendo. Y de ahí el titulo que le he puesto a este nuevo espacio del blog.

Antes de estrenar este apartado quiero decir que no soy ninguna escritora, todo lo contrario, no tengo ninguna facilidad para escribir. También tengo que decir que no soy ninguna critica literaria y tampoco ese es el objetivo de este espacio. Solo es comentarle un libro que me gusta y el porqué.

Para ser franca, tengo que decir que tengo un gusto muy particular. Yo no leo cualquier libro, soy bastante selectiva. Y me gusta ir tranquila a las librerías. Los libros que leo son los que ellos me llaman. Es decir, voy a las librerías y me doy una vuelta veo un libro, veo otro y a lo mejor el que esta en la esquina perdido ese es el que me gusta. Lo cojo leo quien es el autor y su biografía, miro la portada y si convence me lo llevo y uno más que forma parte de mi vida. Por que los libros cuando se leen y disfruta con ellos forman parte de tu vida.

Y eso es lo que me pasó con el primer libro que voy a recomendar. Su titulo es “Las Confesiones” y su autor San Agustín.  Ya se lo que muchos estáis pensando. Que beaterío si esto va a ser este apartado…

Las Confesiones de San Agustín es un libro espectacular.  Estudiando la carrera alguien, y no me acuerdo  quien fue, me recomendó este libro. No se por qué decidí leerlo y que revelación. Mi sensación a medida que iba leyendo el libro era, “ ¡Huauu que tío! Me hubiera gustado conocerlo, estos son los santos que a mi me gusta y no los santos que nacieron ya con aureola”. Es tan actual que se te olvida que vivió en el S. IV d.C.

Las confesiones es un libro que te cautiva empieza narrando su infancia con una ternura y con una sencillez, que pareces que estas en  ese momento en Tagaste, que era la ciudad donde nació y donde pasó su infancia. También te describe los sufrimientos de su madre, como tiene miedo de que su hijo de descarrile y que se pierda en ese mundo materialista y sin felicidad. Pues a medida que va pasando su infancia  ocurre lo que la madre veía que podía pasar: que  su hijo se perdió.

San Agustín narra como era su vida, se divertía bastante, sin privarse de nada, borracheras, amantes etc. Pero todo esto no le llevaba a la felicidad y empieza otro camino buscando eso, la felicidad. En ese camino San Agustín no estuvo solo lo acompañaron personas santas como su madre y un personaje casi olvidado san Ambrosio. 

Es maravilloso, es impresionante y es tan actual que da miedo. Para mi “Las Confesiones” es uno de mis  libros de cabecera. No sé como describir con mis pobres palabras lo que me transformó ese libro y lo que disfruté leyéndolo. Espero que os guste.




Hetepheres Benitez Collantes

jueves, 8 de agosto de 2013

Desde la Chimenea. Mes de Agosto: Cuestión de Fe.

Dicen que los nombres  propios reflejan algo de las personas que los llevan. En  mi caso creo es cierto. Los que me conocen bien saben que soy una persona desconcertante. Como mi  nombre.
           
Os voy a poner un ejemplo: Yo soy bastante incrédula a lo que milagros se refiere. Es decir yo las curaciones milagrosas de los santos me cuesta aceptarlas. No quiero decir con eso que no se produzca estos tipos de milagros pero a mi personalmente me cuesta creerlo. Y sin embargo creo en los milagros pequeños que suceden día a día y no nos damos cuenta. Pongo un ejemplo, un día malo en el trabajo y llego a casa y la comida que hay  es mi preferida. Eso para mi  es un milagro o el día que esta uno con una morriña increíble y  te llama tu mejor amigo, eso es un milagro. Milagro también es que te enamores de la persona que te conviene para estar con ella toda la vida. Y también es milagro que te des cuenta de que tu pareja no tiene salida y tienes que cortar con ella o con él. Eso que la sociedad llama caprichos del destino o la casualidad etc… yo lo llamo Dios. El te guía y te guarda dentro de tu libertad.     
           
Porque cuento todo esto porque yo creo que la Fe también es un milagro. Que me perdonen los teólogos si cometo un disparate escribiendo esto, pero es mi forma de ver las  cosas. Es verdad que la Fe es un don nos llega a través del Bautismo y  que aumenta si la cultivamos… Muy bien todo eso, no lo discuto, pero para mi la fe es un milagro que me hace Dios y que me ayuda a enfrentarme a este mundo y sobre todo para alcanzar el otro que de vez en cuando se nos olvida que existe. Ah y se me olvidaba también nos da Dios la fe para que seamos felices en esta tierra.
 
Ustedes preguntareis, ¿Por qué escribo todo esto? Porque tiene que ver con el libro que os voy a recomendar. Si queréis saber la tristeza que es vivir sin fe y la amargura que es el existencialismo hay que leer San Manuel Bueno Mártir. Una obra de Unamuno. El libro en si es muy corto y se lee rápido. Pero a medida que lo vas leyendo te vas poniendo mas triste al ver reflejado en esta obra la angustia de Don Miguel de Unamuno al peder la fe. La trama es muy sencilla, cuenta la vida de un   sacerdote llamado Don Manuel, que ya ha fallecido y en su pueblo lo quieren hace santo y lo que  no sabe el pueblo es que el dicho sacerdote no tiene Fe.
           
Hay que decir que no es lo mismo tener duda de fe que incluso es bueno porque al tenerla te replanteas cosas, investigas, solucionas conceptos e incluso te refuerzas en la fe.  Pero lo que no sabía don Miguel de Unamuno es que un sacerdote sin vocación es casi imposible seguir con su magisterio y sin fe ya ni os cuento.
           
Me ha dado mucha pena leer este libro pero tras leerlo le he dado gracias a Dios por tener esperanza, alegría y paz. Que todo esto te lo da la fe. Aunque a veces pienses que esta lejos y que no puedes seguir con este camino. Dios te hace un milagro dándote fortaleza para seguir creyendo en Él y en su Doctrina.
 
Pido perdón a los teólogos y entendidos de la materia si he dicho o escrito alguna barbaridad pero yo lo veo así.
 
Un fuerte abrazo
 
Hetepheres Benítez Collantes