Hace unos días, estuve en una recepción
que organizó la Armada Española en san Fernando. En esa recepción el Almirante
de la Flota D. Santiago Bolíbar. Dio un pequeño discurso.
El escuchar los discursos del Almirante
es uno de los acontecimiento mas impresionantes que se puede vivir. El Almirante
es el prototipo de hombre de mar, con barba blanca y voz potente. Con sus casi
cuatro mil días de mar en sus espalda se puede decir que es un verdadero lobo
de mar.
Su conversación es afable,
agradable y culta. Yo le dije que entre
mi padre y mi tío había habido sus
pequeñas rencillas ya que mi padre era capitán mercante y mi tío fue Almirante
de la Armada Española. Y con esa risa llana y franca de personas de mundo me
dijo: “porque había esas rencillas” y le conteste porque para mi padre los
militares no navegan sino que hacen maniobras y para mi tío los mercantes no tenían
disciplina y ellos eran los que defendía las aguas y los intereses de España en
el mar”. Y el me contesto: “Lo importante
que ambos amaban el mar-2. Y en eso el Almirante Santiago Bolíbar tenía toda la
razón. El amor que en mi familia hay hacia la marina es impresionante. Es
hereditario, lo llevamos en los genes y seria una mala nieta sino cuento esta anécdota. Mi abuelo paterno también fue marino,
trabajaba en Matagorda y era uno de los
oficiales que tenia la factoría. Tenía que ser unos de los mejores por lo que
voy a contar.
Hubo unos acuerdos entre el
gobierno uruguayo y los astilleros de Matagorda que deciden hacer un buque: “El Capitán Miranda”, que se convertiría
en el buque escuela de la marina de Uruguay.
El 27 de julio de 1930 se produce
en Cádiz la botadura y el 21 de noviembre zarpa para Uruguay para entregárselo
a la marina de este país. Pues el oficial de la factoría que iba inspeccionando
el buque hasta la entrega de los mandos oficiales de la marina Uruguaya era mi
abuelo. En recompensa la empresa le escribió a mi abuelo una carta de
felicitación que la conservo como en oro
empaño y un reloj de oro que ese no me ha llegado. Es una lastima pero…
Me he enrollado un poco con cosas
personales, os pido perdón si he estado
algo pedante.
Pero quiero volver a la recepción
que nos invito la Marina Española. El almirante Bolíbar dijo en sus palabras de
salutación que la Armada nunca se olvida de sus héroes y eso es verdad. No se
si habéis escuchado alguna vez el himno de la Marina Española, es impresionante
de lo bonito que es. En unas de sus
estrofas dice:
“Hay que morir o triunfar,
Que nos enseña la historia,
En Lepanto, la victoria,
Y la muerte en trafalgar”.
Más adelante el himno continúa:
“debajo las voces de nuestros caídos
Y arriba el mandato de España y
de Dios
De España y de Dios.
¡De España y de Dios!
Porque os cuento todo esto,
porque uno de los muchos recuerdos que tengo de mi padre es contándome historias
de los héroes de la Marina Española. Será por lo que dice el almirante don
Santiago, que los marinos nunca olvidan a los suyos. No negaba la valentía y la
destreza de capitán Nelson en la batalla de Trafalgar pero en sus relatos defendía a capa y a espada
la valentía de Churruca y el gran marino que era Gravina y cuando yo le
preguntaba ¿Por qué perdimos? El me contestaba por culpa de los franceses.
Todo esto que estoy contando es
para recomendar un libro maravilloso que cuenta como fue esa batalla de
Trafalgar y lo que supuso para nuestra
marina y para la ciudad de Cádiz esa derrota. El libro es Trafalgar y es el
primero de los mismos de los Episodios Nacionales de Benito, el tocayo de mi
abuelo, Pérez Galdos.
Don Benito no solo cuenta la
batalla de Trafalgar sino que describe como era la Sociedad Española de aquella
época. En un momento del libro el protagonista y otro tripulante se encuentra
en medio del mar a la deriva tras estallar su barco en la batalla y este
compañero le pide por favor que se quiere confesar que sabe que va a morir y
quiere dejar su conciencia tranquila y sobre todo quiere ir al cielo para estar con Dios y con la Virgen. Es un
momento espeluznante que el lector parece que esta en el mar con ellos y que se
emociona y piensa como ha cambiado tanto la sociedad Española que ahora ni si
quiera tenemos la necesidad de una confesión. Ayer leí un libro, que algún día
lo recomendare, en el que le hacen una entrevista a uno de los exorcistas más
importante que hay en la Iglesia Católica. En esta entrevista el periodista le
pregunta cual es el triunfo más importante que ha realizado el demonio. En ese
momento pensé que bien me contara un
exorcismo como el de la película. Y el sacerdote de una manera natural
responde: el mayor triunfo de Satanás es pasar desapercibido, que pensamos que
no existe y de esta manera no tenemos la necesidad de pedirle perdón a Dios
porque no hemos hecho nada malo. No hemos cometido ningún pecado.
Espero que os guste el libro, es
ameno, histórico y bonito. Es un libro ideal para leerlo en vacaciones. Y en el
explica porqué los franceses tuvieron la culpa de la batalla de la derrota de
la batalla de Trafalgar.
Feliz verano y que no paséis
mucho calor.
Hetepheres Benitez Collantes