Desde la Chimenea: Mes de Abril.

Parece ser que el frío ha menguado, que la primavera se esta dejando querer y que los días de mal tiempo, de frío y de lluvia no se esperan. Aunque dice un refrán que hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo. Pero todo el mundo esperamos que ya se vaya acercando el veranito y que la chimenea este de adorno, pero de todas forma yo le seguiré llamando a este apartado “Desde la chimenea”.

Uno de los recuerdos que tengo mas vivo de mi padre es que siempre estaba leyendo.  Si tenia clases particulares lejo de casa él me recogía  y me esperaba en el coche. Cuando yo terminaba me lo encontraba leyendo, por la mañana después de hacer los recados se ponía a leer. Y en verano por las tardes en el jardín disfrutaba de su lectura y del fresquito. Ha sido unas de las personas mas sabia que he conocido, todo lo sabia. Si tenia alguna duda  no entendía cualquier problema de matemáticas el me lo explicaba, el problema era que yo soy una negada en esa materia. Si no entendía el por qué de cierta guerra que se originó en el siglo XVII, por ejemplo, el me lo explicaba. Y aprobé dibujo técnico porque el me dio clases particulares porque si no todavía estoy arrastrando las dichosas laminas.

Ustedes os preguntareis ¿Por qué cuenta todo esto de su padre? Porque tengo grabado en mi memoria a mi padre leyendo las obras de Julio Verne. Le encantaba ese autor y se leyó todos sus libros. Yo nunca me he leído un libro de este escritor pero  para mi padre era todo un misterio como un hombre pudo sacar de su imaginación inventos como el submarino o conseguir hazañas de dar la vuelta al mundo en 80 días. Que con el paso del tiempo dejaría de ser ciencia ficción para ser hechos consumados. Isaac Peral inventó el submarino y la vuelta al mundo se recorre en menos de 80 días.

Pues lo mismo que le pasaba a mi padre me ocurrió a mi. Estando en 3º de BUP (  fui unas de las ultimas generaciones que hicieron el BUP, por suerte a mi formación) en la asignatura de filosofía me pidieron un trabajo sobre un libro que nunca había escuchado. El titulo me pareció algo ñoño y me recordaba a películas de navidad, de esas que te repiten año tras años que aunque te la sepas de memoria siempre las ves y terminas llorando. Le pregunte a mi padre si lo tenia y me dijo que no. Lo saque de la biblioteca y una vez que lo tuve en mis manos pensé, menos mal no es muy gordo. No es que me canse leer como sabéis me entusiasma pero en aquella época a final del curso no tenia mucho tiempo con los exámenes y los trabajos extras. Tenía 218 hojas por lo que calculé que en un fin de semana ya estaría leído. Me informe sobre quien era el autor A. Huxley. No era un aficionado a la escritura sino que pertenecía a una familia intelectual e incluso creo recordar que un hermano suyo le concedieron el Nobel de medicina. Él de joven tuvo una enfermedad que se quedó ciego aunque por su tenacidad y los tratamientos pudo recobrar la vista. Ante este panorama pensé debe ser una novela en el que te levanta el animo.

Como comenté antes tenia un fin de semana para leerlo, lo termine en una tarde. Me quedé tan impresionada que al día siguiente lo volví a leer. No sabía si me había gustado o me había aterrado, lo que si me había era intrigado. La obra se escribió en 1931 y ví el futuro. Me recordó a mi padre leyendo Julio Verne con sus “viajes al centro de la tierra” y su “capitán Nemo”. Esto era lo mismo pero en vez de haber vueltas al mundo había clonación, humanos de primera categoría porque genéticamente eran perfectos otros los creaban genéticamente para desempeñar una función  y se engendraban a hombres o a mujeres dependiendo si la población necesitaba a un genero u a otro. El libro es impresionante no voy a contar como termina ni cual es la trama pero que describe  un futuro muy cercano es posible. Os lo recomiendo porque es la mejor critica que se ha podido hacer a la ley de genero, a la clonación y a la fecundación “in vitro”. El título de esta obra: “Un mundo feliz”.

En cuanto tuve oportunidad lo compre pero se lo regalé a Jesús cuando éramos novios ahora lo tenemos en nuestra biblioteca y seguramente cuando termine de leerme el libro que tengo entre manos  lo vuelvo a leer.

Espero que os guste y disfrutéis de el como yo lo hice.

Un abrazo a todos.   

Hetepheres Benítez Collantes